Auditoría energética: ¿qué es y  qué  beneficios aporta a su empresa o edificio?


¿Para qué se hace  auditoría energética?


Una auditoría energética es el estudio, diagnóstico  y análisis de los flujos de energía en un edificio, industria, proceso o sistema.
Su objetivo es identificar las diferentes oportunidades de reducción de consumos y, por tanto, de ahorro energético y económico.
La auditoría permite  determinar el potencial de ahorro en la empresa o edificio, facilitando la toma de decisión de inversión en ahorro de energía y determinando el” benchmarking”  (indicadores comparativos) de los procesos productivos auditados
Se estimula de esta forma la innovación y competitividad de las organizaciones, como consecuencia del avance hacia tecnologías de mayor rendimiento energético.
Permite conseguir la optimización de los consumos energéticos y   una importante reducción de costes y mejora de   la competitividad de la empresa

¿Cómo se hace una auditoría energética?
Para realizar una  auditoría energética, se utilizan  procedimientos sistemáticos que permiten obtener un óptimo conocimiento del perfil de los consumos energéticos de la empresa o edificio.
La auditoría requiere de varias fases :


Se parte de un programa de trabajo donde se definen  los canales de comunicación , solicitando por escrito a la organización la relación de información, datos y documentos necesarios. Para ello, el auditor energético deberá entrevistarse con el responsable de la empresa o edificio  a fin de evaluar  la gestión energética que se lleva a cabo en sus instalaciones.

Posteriormente se  contrastan los datos disponibles con las mediciones directas. Se hacen  fotografías y comprobaciones, para conocer  cuál es el consumo energético real  e identificar  los márgenes de mejora.

Se analizan los suministros energéticos, y la eficiencia con la que se aplican las tecnologías para transformación de la energía entrante a la requerida por la organización.


Se estudia  también  el nivel de aislamiento térmico de los edificios , sus sistemas de iluminación y de climatización,  la existencia de dispositivos de regulación y control, y la integración de  energías renovables.

Se analizan los procesos de producción de los principales consumidores y el potencial de reducción de consumo energético, y se realiza una contabilidad energética con el objetivo de asignar el consumo de energía a equipos y sistemas, para de este modo, conseguir los valores que servirán de referencia para el cálculo de los ahorros que se deriven de las mejoras propuestas.


Éstas por su parte serán analizadas, desarrollándose e incluyendo el estudio económico de las mismas.

Tras el análisis de todos los estos aspectos , se elabora un informe en el que se muestran  los resultados de la auditoría, las  propuestas de mejora  y  la viabilidad económica del plan de acción propuesto.


Por último, se reflejan los consejos de actuación para el uso racional de la energía en forma de recomendaciones y buenas prácticas.


¿Cuándo conviene  hacer una auditoría energética ?
Es muy recomendable   realizar una  auditoría energética , independientemente del  tamaño de su empresa o  edificio , cuando  existe un alto consumo de energía y un gran potencial de ahorro, tanto energético como económico. El coste de la auditoría energética es muy inferior al ahorro económico que se consigue.


El Real Decreto 56/2016, de 12 de febrero, establece la obligación de realizar auditorías energéticas para las grandes empresas o grupos de sociedades, ( las que tienen al menos 250 trabajadores o bien  presentan un volumen de negocio de más de 50 millones de euros con  un balance general superior a los 43 millones de euros)
Deben realizarse cada cuatro años , y  las sanciones por incumplimiento pueden llegar a los 60.000 euros.


¿Quién puede hacer una auditoría energética?
Según el Real Decreto 56/2016, una auditoría energética válida debe ser realizada por profesionales externos debidamente formados, que tendrán que demostrar su cualificación en materia energética mediante titulación, o bien acreditando su competencia profesional teórica y práctica.


También podrán efectuarlas técnicos cualificados de la propia empresa, siempre que no tengan relación directa con las actividades auditadas y pertenezcan a un departamento de control interno de la compañía. 

Lo recomendable es que este examen sea llevado a cabo por auditores energéticos independientes.


Efectuar una auditoría energética en es una apuesta  por la responsabilidad social corporativa y el cuidado del medioambiente,   además de favorecer la  competitividad de la empresa